Terapia de sonido

La terapia de sonido tiene un efecto directo en el cerebro, que puede observarse mediante electroencefalogramas.

El estado profundo de relajación, por ejemplo, ralentiza la actividad cerebral y activa las ondas cerebrales «alfa». Éstas se sitúan entre 8hz y 12hz y permiten una recuperación profunda del organismo. Otro ejemplo, las ondas «beta» se sitúan entre las 12hz y los 20hz y corresponden a un mayor estado de vigilancia y concentración.

Existen 5 ondas principales emitidas por nuestro cerebro (delta, theta, alfa, beta y gamma) y podemos vincular cada una de ellas a un estado.

Al dirigirnos a estas ondas mediante la terapia de sonido y los ritmos binaurales, podemos activar o inhibir determinadas funciones cognitivas.
Y gracias a ello podemos actuar directamente sobre la sensación de bienestar, sobre la sensación de determinados síntomas, y ello de forma no medicamentosa, no invasiva y sin contraindicaciones.